viernes, 17 de agosto de 2007

Nuevo homenaje al Padre de la Patria

Argentina - Aniversario de la muerte de San Martín
José Francisco de San Martín nace el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú (Corrientes), donde su padre, funcionario de la Corona y capitán de milicias, cumplía funciones. A partir de 1781, la familia San Martín reside en Buenos Aires y, en 1786, regresa a España.
En 1789, José Francisco inicia su carrera militar en el Regimiento de Infantería de Línea N° 20 Murcia.
Tras su bautismo de fuego en Orán, África, participa de diversas batallas, en las cuales se destaca por su coraje.
San Martín, formado en los ideales liberales de su tiempo, al tener conocimiento de los movimientos independentistas hispanoamericanos, decide volver a su tierra natal para ofrecer sus servicios.
Pide ser dado de baja en el Ejército español y, junto con otros americanos, se dirige a Londres, donde toma contacto con el patriota venezolano Francisco de Miranda, quien había fundado una logia para bregar por la emancipación de América.
En marzo de 1812, a bordo de la fragata inglesa "George Canning", San Martín arriba a Buenos Aires en compañía de Carlos María de Alvear, de Matías Zapiola y de Martiniano Chilavert, con quienes, más tarde, crea la Logia Lautaro, una asociación político-militar cuyo objetivo era liberar América del Sur.
El gobierno lo incorpora al ejército de la revolución y le otorga el grado de teniente coronel.
Además, crea a su pedido un escuadrón de granaderos a caballo y le asigna su mando.
En sus cuarteles del Retiro (Buenos Aires), San Martín instruye personalmente a los granaderos bajo una férrea disciplina y les inculca un estricto código ético.
El 12 de septiembre de 1812, se casa con María de los Remedios de Escalada.
El 3 de febrero de 1813, tiene lugar el bautismo de fuego de los granaderos en el combate de San Lorenzo (Santa Fe), ocasión en que derrotan a fuerzas realistas que saqueaban las riberas del Plata.
En enero de 1814, el gobierno ordena a San Martín relevar a Manuel Belgrano en el mando del Ejército del Norte, que regresaba derrotado del Alto Perú.
Los dos jefes se encuentran en la posta de Yatasto y, a partir de entonces, los liga una gran amistad.
Al poco tiempo de estar en Tucumán, San Martín comprende que es imposible llegar por tierra a Lima, centro del poder realista, con un ejército numeroso. Entonces, proyecta cruzar la Cordillera de los Andes, libertar Chile e ir hacia el Perú por mar.
Pide licencia por salud y ser nombrado gobernador intendente de Cuyo, donde comienza a preparar un ejército para realizar la audaz expedición.
En momentos en que la causa de la revolución sudamericana estaba al borde del fracaso (el Alto Perú se había perdido, el ejército español amenazaba el Noroeste, y Chile y Venezuela habían sido dominados por los realistas), San Martín insiste en la necesidad de declarar la independencia.
El 24 de agosto de 1816, nace su hija, Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada.
El 1 de enero de 1817, San Martín dispone que las tropas juren la bandera nacional y que se proclame a Nuestra Señora del Carmen patrona del Ejército de los Andes.
Luego, el ejército comienza el cruce de los Andes dividido en varias columnas.
Era necesario fraccionar las tropas para no congestionar los estrechos senderos cordilleranos y para evitar que el enemigo supiera por dónde cruzarían.
El 12 de febrero de 1817, en la batalla de Chacabuco, las fuerzas de San Martín vencen a las realistas.
A partir de esa victoria, los españoles empiezan a replegarse hacia el sur y los patriotas se preparan para desalojarlos definitivamente de Chile.
El 14 de febrero, San Martín entra en la ciudad de Santiago.
El Cabildo se reúne el día 18 y lo nombra director supremo, pero no acepta el cargo.
Entonces, es electo su gran amigo, el general Bernardo O'Higgins.
Es designado jefe del Ejército Unido, alianza en armas de argentinos y chilenos, y regresa a Buenos Aires para organizar la expedición al Perú.
En 1818, efectivos provenientes del Perú refuerzan el ejército realista, que sorprende y derrota a los patriotas en la batalla de Cancha Rayada, librada el 19 de marzo.
El 5 de abril de 1818, en los campos de Maipú, los patriotas logran una victoria absoluta sobre los realistas.
Tras liberar Chile, San Martín se aboca a la tarea de constituir una flota para llegar al Perú.
El 20 de agosto de 1820, el ejército argentino-chileno zarpa del puerto de Valparaíso.
En el Perú, la estrategia de San Martín es diferente de la empleada en Chile: convence a los españoles de que es segura la victoria de las armas patriotas y, de esa manera, logra que abandonen Lima.
Así, sin recurrir a las armas, el 28 de julio de 1821, entra en la ciudad y proclama la independencia.
El 4 de agosto de 1821, asume el gobierno con el título de protector del Perú.
Comprende que, sin el apoyo de Buenos Aires, su ejército es insuficiente para vencer a los realistas que persisten en el Alto Perú.
Por ello, piensa en unir sus fuerzas a las de Simón Bolívar, el libertador del Norte.
El 26 de julio de 1822, se entrevista con Bolívar en la ciudad de Guayaquil, hoy Ecuador.
Conferencian en secreto durante más de cuatro horas y San Martín decide renunciar a sus cargos para evitar conflictos internos que hubieran atentado contra la causa de la independencia.
El 20 de septiembre, se embarca hacia Chile y, meses más tarde, cruza a Mendoza.
Sin embargo, en su patria no encuentra gratitud, sino desconfianza por parte de los gobernantes, que temen su enorme prestigio.
Por hallarse la Argentina inmersa en una sangrienta guerra civil, el Libertador, luego de la muerte de su esposa Remedios, decide trasladarse a Europa.
En el exilio, sigue con interés los sucesos de su patria y, más de una vez, cuando ésta se encuentra en peligro, ofrece sus servicios a pesar de su edad avanzada y de su deteriorada salud.
Fallece el 17 de agosto de 1850 en Boulogne Sur Mer (Francia).
En su testamento, pide que su corazón descanse en la Argentina y lega su sable al general Juan Manuel de Rosas en reconocimiento de la firmeza con que "ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla".

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